4 RECOMENDACIONES BÁSICAS PARA APLICAR LA DISCIPLINA POSITIVA EN CASA
Muchos hemos escuchado hablar sobre el término “disciplina positiva” y seguramente lo primero que se nos viene a la mente son unos padres que educan a sus hijos bajo el permisivismo, un hogar sin muchas reglas y muy poco control de las situaciones difíciles y malos comportamientos de los niños.
Déjenme contarles que se trata de todo lo contrario. Si bien es cierto que definir límites contribuye a educar a nuestro hijos de una manera más beneficiosa para todos, la disciplina positiva consiste en una estrategia para saber cómo manejar una situación de conflicto con nuestros hijos de una manera razonable y calmada, sin sobrepasarse como adulto para simplemente “tener la razón” ante una conducta inapropiada del menor. Y es que manejar correctamente la forma de expresarse tanto verbal como físicamente va a ser clave para resaltar lo positivo y minimizar los comportamientos negativos en nuestros hijos.
Aquí les comparto algunas recomendaciones para llevarlo a la práctica.
1.Conectarse con el niño: Esto se refiere a ponernos a su altura y hablarle mirándolo a los ojos con una voz calmada pero firme.
2.Validar la emoción (“Entiendo que estás bravo porque….” o “estás llorando porque querías…. “.): Esto va a traer como consecuencia que el niño se calme porque nosotros estamos entendiendo sus sentimientos y emociones en ese momento.
3.Redirigir: Esto es, presentando al niño dos opciones para lograr resolver el inconveniente
4.Felicitarlo cuando haya logrado superar la situación: Este para mí es el punto más importante. Como padres, estamos pendientes de intervenir cuando los niños se pelean, cuando existe una agresión verbal o física y esperamos justo ese momento para intervenir. Ahora, yo les pregunto: Por qué no los felicitacitamos y elogiamos a los niños cuando están compartiendo y jugando de manera plena y feliz?
Estamos programados para corregir, alzar la voz o reprimir a los niños constantemente, porque para nosotros ese es nuestro rol como padres. Pero entendamos que nuestra labor es educar en función del ejemplo y del autocontrol. Si también somos partícipes en los momentos de logros (por muy pequeños que sean) los niños van a empezar a cambiar su comportamiento ante nuestras normas y límites pre-establecidos.
«Los niños actúan bien cuando se sienten bien”, Jane Nelsen, gurú de la Disciplina Positiva
Y quisiera terminar este artículo invitándolos a aplicar el autocontrol en esos momentos de conflicto. Aunque no resulta una labor fácil, tampoco es imposible cuando aplicamos estos tips y bajamos el ritmo al nivel de nuestros niños, nos mostramos abiertos a entenderlos y sobre todo, educarlos con paciencia y muchísimo amor.
Por: Maritza C. Guédez
www. jardinblancoynegro.edu.co
Fuentes:
www.serpadres.es